Las bodas de invierno tienen un encanto muy especial, sobre todo si se organizan con mucho cariño y teniendo en cuenta las particularidades de la estación. Aunque son menos frecuentes en nuestro país, cada vez son más las parejas que deciden dar el «sí quiero» en esta época, la más fría del año.

Son múltiples las ventajas que tiene celebrar una boda en invierno, entre ellas, ahorrarse un pellizquito, la facilidad de encontrar fecha en el lugar en el que quieres celebrar la boda así como el espacio para el convite, todo esto gracias a que nos encontramos en temporada baja.

Si estáis dudando sobre esta opción, puede que estas ideas os convenzan de todo lo que pueden ofrecer las bodas en invierno.

A la hora de escoger la ambientación, la naturaleza juega un papel muy importante, especialmente en los lugares donde el calor del sol aún nos permite disfrutar del exterior.

Las fotografías de boda en una montaña nevada son espectaculares aunque esto dependerá mucho de dónde celebréis la ceremonia y el banquete. Si en el día de vuestra boda no tenéis la oportunidad de aprovechar todo lo que la naturaleza nos ofrece podéis haceros una sesión post boda para tener unas imágenes únicas.

Cada detalle de vuestro gran día debe estar pensado en función de vuestro estilo y personalidad pero también pensando en la estación del año en la que celebréis la boda. Las invitaciones en una boda de invierno pueden ser sencillas y con un toque rústico.

Conseguir un seating plan original y con mucho estilo es otro de los detalles que se puede conseguir en esta época. Una mesa organizada con piñas de pino pintadas, o al natural, y decoradas o también se puede crear un marco muy invernal con ramas de árboles adornadas en las que se coloquen los nombres de los invitados con su mesa correspondiente.

El invierno da mucho juego a la hora de decorar cualquier espacio y utilizar muchos elementos que le van a la perfección creando unos centros de mesa de lo más chic. Una idea es mezclar los elementos naturales como hojas, piñas de pino o ramas de árboles con objetos decorativos más sofisticados. ¡El resultado es ideal!

Para tener una boda única y especial, lo más importante es aprovechar cada rincón para adaptarlo a la temática de la boda. Estos cake toppers de búhos son adorables y quedan de lo más bonitos sobre una tarta nupcial.

Otro elemento que podemos adaptar a las bodas de invierno son los confetis que se lanzan a los novios una vez terminada la ceremonia. En este caso, contaremos con unos conos que contienen nieve artificial para dar un toque diferente a la romántica salida.

No hay nada que apetezca más con el frío del pleno invierno que tomar una taza de delicioso chocolate caliente. En esta estación del año podemos sustituir el Candy bar por esta opción más adecuada y diferente. ¡Seguro que triunfa entre vuestros invitados!

El banquete debe adaptarse también a la estación en la que se celebre la boda ofreciendo platos de la temporada, confeccionando un menú en el que se puedan encontrar cremas calentitas y las guarniciones con verduras y hortalizas propias de la estación. La tarta nupcial cada vez tiene una decoración más elaborada y puede ser un elemento genial para reflejar el encanto del invierno.

El ramo de la novia será lo que completará su look utilizando flores y elementos que se pueden encontrar con facilidad en el invierno y que aportarán un toque de calidez y color.

El invierno da mucho juego para celebrar una boda, se pueden pensar en un sinfín de detalles para personalizarla y jugar con los muchos elementos que tiene esta fría pero preciosa estación del año. Así que no descartéis esta época que además de tener precios más asequibles, puede ser la ideal para dar el “sí quiero” rodeados de mucho romanticismo.

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